Feliz Día Papá. Te agradezco por todas las veces que me viste caer y con una sonrisa me levantaste. Por todas las veces que cuando me sentía sola, te aparecías a mi lado. Gracias a ti hoy soy la persona que algún día quise ser.
Cada vez que me equivoque me ayudaste, cuando dude me aconsejaste, si me quejabas tú te volvías medicina y siempre que te necesitaba estabas ahí a mi lado...
No es la carne ni la sangre, sino el corazón lo que nos hace Padre e Hijos. ¡Feliz Día del Padre!.
Ser Padre es la única profesión del mundo en que primero te dan el título y después tienes que cursar la carrera. Te agradezco Papá por tan excelente carrera. ¡Feliz Día del Padre!.
Gracias Padre, porque sé que existiendo tú, la vida es un lugar seguro.
Porque sé que estarás observando mis pasos, por lejos que me vaya.
Porque sé que contare con tu apoyo, haga lo que haga y este donde este.
Por mostrarme que la vida es un reto, un desafío y un regalo...
Gracias Papá.
En el taller mas extraño y sublime conocido, se reunieron los grandes arquitectos, los más afamados carpinteros y los mejores obreros celestiales que debían fabricar el padre perfecto.“Debe ser fuerte”, comentó uno.“También debe ser dulce”, comentó otro experto…“Debe tener firmeza y mansedumbre”“Tiene que saber dar buenos consejos”“Debe ser justo en momentos decisivos, alegre y compresivo en los momentos tiernos”“¿Cómo?” es imposible -interrogó un obrero- poner todo ese material en un solo cuerpo.“Es fácil” contestó el ingeniero, “solo tenemos que crear un hombre con la fuerza del hierro y que tenga corazón de caramelo…”Todos rieron ante la ocurrencia y se escuchó una voz, era del maestro dueño del taller del cielo (Dios).“Veo que al fin comienzan, -comento sonriendo- no es fácil la tarea, pero no es imposible si ponen interés y amor en ello”.
Y tomando en sus manos un puñado de tierra comenzó a darle forma.
“¿Tierra?” preguntó sorprendido uno de los arquitectos. “Pensé que lo fabricaríamos de mármol o marfil, o con piedras preciosas”.
“¿Tierra?” preguntó sorprendido uno de los arquitectos. “Pensé que lo fabricaríamos de mármol o marfil, o con piedras preciosas”.
Este material es necesario para que sea humilde -le contestó el maestro, y extendió su mano y sacó de las estrellas oro y lo añadió a la masa.
-Esto es para que en las pruebas difíciles brille y se mantenga firme…
Agregó a todo aquello, Amor y Sabiduría, le dio forma, le soplo de su aliento y cobro vida, pero faltaba algo, pues en su pecho le quedaba un hueco, ¿Y ahí que pondrás? -preguntó uno de los obreros, y abriendo su propio pecho, y ante los ojos asombrados de aquellos arquitectos, sacó su corazón, le arrancó un pedazo, y lo puso en el centro de aquel gran hueco.
Dos lágrimas salieron de los ojos del maestro, mientras volvía a su lugar el corazón ensangrentado...
¿Por qué haz hecho eso?...Preguntó un ángel obrero, y aun sangrando el maestro le contestó: “Esto hará que me busque en momentos de angustia, que sea justo y recto, que perdone y corrija con paciencia, y sobre todo que este dispuesto al sacrificio por sus hijos, y que los dirija con ejemplo, porque al final de su largo trabajo, cuando haya terminado la dura tarea de ser Padre allá en la Tierra, regresará hasta mí, y satisfecho por su buena labor, yo le daré un lugar aquí en mi reino”.
Gracias por estar siempre al alcance de una llamada, cualquier día, cualquier hora, listo a reaccionar ante cualquier problema.
Gracias por todo Padre, pero más que nada, por todo lo que me enseñaste con tu ejemplo de persona honesta y abnegada y con tu amor desinteresado de Padre.
Gracias por los buenos sentimientos que en mi inculcaste y que tanto aprecio.
Gracias por todo eso, porque después de ser grande, he comprendido que el amor verdadero es ese que se entrega, sin esperar nada a cambio.
Hoy comprendo y valoro lo difícil que es ser Padre y por eso más te recuerdo y te quiero.
Gracias por todo Padre, pero más que nada, por todo lo que me enseñaste con tu ejemplo de persona honesta y abnegada y con tu amor desinteresado de Padre.
Gracias por los buenos sentimientos que en mi inculcaste y que tanto aprecio.
Gracias por todo eso, porque después de ser grande, he comprendido que el amor verdadero es ese que se entrega, sin esperar nada a cambio.
Hoy comprendo y valoro lo difícil que es ser Padre y por eso más te recuerdo y te quiero.
¡Gracias por siempre Papá!...Felicidades y bendiciones en el día del Padre a ti y a todos los padres del mundo...
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