Viví muchos momentos, la mayoría con mamá, él me quería, pero le faltaba tiempo, el día que comencé a caminar el fue feliz, pero pensó como quisiera que tuviera 3 años para poder jugar con él. Pasaron momentos tristes y felices, conocí mucha gente pero mi gran amor era mi papá, y llegué a los 3 años, fue una fiesta muy divertida, y le pedí a papá que jugara conmigo, pero él estaba ocupado divirtiéndose y pensó: Como quisiera que ya tuviera cinco años y que pudiera practicar deportes.
Llegué a mis cinco años, tuve una hermana nació enferma, sufrieron mucho sobretodo mamá, y me di cuenta que la vida tiene muchas cosas malas, me di cuenta que pasaba mucho tiempo sin él, que no éramos felices, que no teníamos casa, que éramos unos arrimados, pero solo era un niño, y no entendía todo, llegó mi primer competencia, él no estuvo allí, claro estaba trabajando, mi mamá estuvo allí, me vio recibir mi primer medalla, me abrazó, me besó y salí de allí muy feliz, pensando en que al enseñarle la medalla a mi papá me iba a querer más…
Llegó la noche que era la hora en que podía ver a papá, le enseñe mi medalla y le dije ya puedo práctico deportes, me felicitó y pensó: Como quisiera que ya tuviera 10 años para poder practicar con él un deporte y no daría tanta lata.
Llegué a los 10 años y me hice muy bueno en los deportes, más ya no estabas allí, encontró una mujer más bella y joven que mamá, y sin complicaciones, y como mi mamá era tan mala, nos dejó a los 3 y poco a poco lo fui dejando de ver…
Fue una sombra en mi vida, llegó mi cumpleaños y el no pudo estar allí tenía mucho trabajo y no pudo llegar, cuando lo vi me saludó de mano y me dió dinero para que comprara lo que yo quisiera, y pensó: Como no tiene 15 años así al menos lo podría sacar a un lado para poder divertirnos. Y se despidió porque su nueva novia lo esperaba para ir a bailar.
Mi vida fue difícil, mi mamá era la mamá más mala del mundo, era exigente, era muy dura, ere perfeccionista pero siempre estuvo allí, cuando enfermé, cuando me golpearon, cuando golpeé, cuando me gustó la primera niña, mi primer beso, y llegué a los 15 años, me gustaba salir y divertirme, claro que pensé en él, de todo lo que no compartimos, pero mamá estuvo sin falta con una entrega total, mamá compró un pastel ya estábamos solos, lo partimos, y pedí un gran deseo, aprender a ser feliz y seguir adelante, él llegó con más dinero como regalo, el que ya no daba para mis gastos como debía, se veía más viejo, pero llegó con una novia más, me invitó a comer con ellos y mi mamá me pidió que aceptara…
Salí con ellos los vi besar y abrazarse, sonreír, pero también vi a su novia ver a los jóvenes pasear cuando el no la veía, regresé a casa y se despidió y solo pensó: Como no tiene 25 años para poderlo llevar de parranda. Pasó mucho más tiempo sufrí mucho, tuve que trabajar para estudiar, me fui de parranda algunas veces, más mi mamá me exigía mucho, ella no podía con todo, pero terminé una carrera, me gradué, el día que lo hice, mi mamá lloro tanto y me pidió perdón por ser tan dura, pero me dijo que todo lo que hacía era por mi bien; a él no lo invité, estaba demasiado ocupado, y entonces pensó: Como no es padre ya me entenderá…
Me casé del brazo de mi madre, me besó y me deseó la mayor felicidad del mundo y prometí nunca ser como mi padre, siempre tratar de hacer feliz a mi familia y nunca dejarlos solos, él que me engendró no apareció, más no me enteré hasta después que estuvo enfermo encerrado en un cuarto, acompañado por su no sé cual amante o mujer o lo que fuera, allí pensaba que orgulloso estaba de su hijo con una gran carrera por delante, con una linda esposa, ya tendría tiempo de decirlo.
Tuve subidas y bajadas en mi matrimonio, cuando pensé que podía terminar resurgió con más fuerzas, y llegó la noticia de mi primer hijo, fui el hombre más feliz del mundo, llamé a mamá que viajaba con su esposo, buena persona él, la quería y para mi resultó ser un apoyo, ella fue feliz por nosotros y prometió estar allí para lo que necesitáramos; él no sé ni me importa. Llego uno de los días más felices de mi vida tuve entre mis brazos a mi hija, era pequeña y dulce, le di gracias a Dios por darme ese tesoro y le prometí cuidarlo y protegerlo como el más grande tesoro, y pensé si…
No comencé a pensar, pero a mi mente llegó el recuerdo de un hombre que me engendro, el siempre pensó, pero no actuó, ahora yo prefiero actuar, y tal vez algún día mi hija pueda decir con orgullo… Mi padre es el mejor padre del mundo, no porque sea perfecto, sino por que ante todo me ama y lucha junto a mí por llegar adelante en el tiempo.
P.D. Al que fuese mi padre lo enterramos un día gris, claro que me dolió, pero solo como sientes el morir de un ser humano más, estaba solo, muy enfermo y arrepentido de la vida tan disoluta que llevó, y pensé que lástima que un hombre tan inteligente muera así, y nunca me dijo que fui yo para él.
Susy Cano.
Es tan importante tanto para los hijos, como para los padres, en general para todas las personas que amamos..... decirles tanto con hechos como con palabras cuanto los amamos y queremos muchos de corazón, son palabras que quedan grabadas en el tiempo y que nunca se olvidan.
Lo mismo sucede cuando se ignora y se omiten los afectos también quedan grabadas pero con dolor y pesar por haberse sentidos ignorados y no amados.
A todos los que han vividos estas experiencias tristes de omisión les recomiendo tomarlo como una experiencia de vida y utilizarla como enseñanza para el presente y futuro, para una mejor vida entregando amor a los seres que aman y dejar atrás el pasado negativo. olvidando los miedos y rencores y darle paso a las acciones positivas que son los que llevan a la paz,el amor y la felicidad.
Que mas quisiera yo poder entregar testimonios de vida que solo fuera alegría y amor. pero nos encontramos en un mundo de pensamientos, formas de ver la vidas y acciones diversas, ya que cada ser es dueño de su mente y de su actuar.
Es lamentable que algunos los usen en forma negativa que solo causan dolor, sufrimiento y tristezas.
Solo nos queda orar por ellos y dejar que en su momento será Dios quien juzgará.
2 Cronicas 20:17
"No son ustedes los que van a pelear esta batalla... esténse quietos y verán cómo el Señor los librará... no tengan miedo ni se asusten; ... porque el Señor está con ustedes "".
"No son ustedes los que van a pelear esta batalla... esténse quietos y verán cómo el Señor los librará... no tengan miedo ni se asusten; ... porque el Señor está con ustedes "".
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