Una pequeña gran guía para tener hijos prudentes: el ejemplo y los valores.
Eso es todo, si pensabas que te daría una lista de millones de consejos a seguir, te equivocaste, sólo debes dar el ejemplo para tener hijos prudentes, si ya sé que suena trillado, quizá hasta pienses que suena a comercial televisivo o hasta te puede sonar a mito, pero otra vez te desilusionaré, no es nada de eso, ¿esto es la realidad? ¿Cómo lo sé?
Bien, me críe en una familia numerosa, y desde pequeña escuchaba a mi madre decir mentiras, si para mí era normal escuchar a mamá inventar y mentir por todo, ya no era un asunto extraño se convirtió en algo “normal”, sin embargo, al crecer y tomar mi propio criterio, al convertirme en una adolescente amante de la literatura, empecé a adquirir valores que se volvieron parte de mi personalidad…
Y sobre todo al mirar que muchas de esas mentiras causaban males a terceros, empecé a reflexionar sobre mi propia persona y en los valores que yo no violaría, entre ellos se encontraba “la honestidad” y no decir mentiras era mi prioridad, así que cada vez que mi madre mentía yo sentía mucha vergüenza, y sentimientos de inquietud hacia su conducta, pero sólo escuchaba y callaba hasta que llegó el momento que sus mentiras me dañaron a mí…
Quiero pensar que ella no lo hizo con ventaja sino que se trató de su enfermedad denominada “mitomanía” así que esto cambió mi vida. Años más tarde con mis hijos, he cambiado la historia, desde pequeños y siempre sin forzar los enseñé a usar palabras mágicas, “por favor” “gracias”, además los he enseñado a ser corteses y amables, amar a la gente de su alrededor sin importar las diferencias, inculcándoles que una de las cualidades de los seres humanos es ser diferente uno del otro…
Los he enseñado a no maltratar a ningún ser vivo, pero sobre todo les he dado el ejemplo, siempre que me hablan de mis hijos me enorgullece, y aunque muchos me criticaban por pedirles disculpas cuándo me equivocaba, hoy sé que hice bien, “amistades” me llamaban loca por decir:
Sí hijo, tienes razón, recuerdo muy bien que me decían que estaba formando a dos niños que pensarían que se merecían todo y por lo tanto serian déspotas, pero como podrían ser déspotas mis hijos si eso yo no se los había enseñado, ah y que decir de las peleas con mi marido por la forma de solucionar los problemas, él siempre decía “hay que pegarles para que entiendan”
Pero aunque de chiquitos no me hacían mucho caso y me costaba mucho su educación, han crecido sabiendo; que su madre los respeta y que el mismo respeto me deben ellos a mí y no sólo verbal sino en su conducta, y que si no los golpeo es porque sé que están aprendiendo a vivir y que todos nos equivocamos pero de las equivocaciones se aprende.
No soy perfecta, ni mis hijos lo son, al fin y al cabo sólo somos humanos, pero he logrado sensibilizar su corazón siendo sensible con ellos, por último, hay algo que quiero compartir, cuándo acudíamos a las visitas médicas yo tenía la costumbre de ceder mi asiento a personas mayores o con bebés en brazos, un día cual fue mi asombro que mi hijo que en ese tiempo tan sólo tenía 5 años, estaba sentado únicamente él, por ser el único asiento disponible…
Cuándo de pronto una mujer con un bebé apareció y bien es deducible, mi hijo se levantó y le dijo “siéntate aquí” mis ojos no podían creer lo que había presenciado, tan sólo 5 añitos y aprendió sólo de verme hacerlo, todos los hombres que estaban cómodos en sus asientos hicieron movimientos que demostraban lo incómodos que se sentían, y yo me sentí tan orgullosa, como me siento cada día de mi vida por tenerlos como hijos…
Si se equivocan ellos mismos me lo dicen y me piden perdón y ayuda, no me tienen miedo, porque saben que no voy a ser violenta y creo que lo mejor de todo es que tengo su absoluta confianza, por eso es que les he escrito que no se necesita más que educar con EJEMPLOS Y MUCHO AMOR.
Leonardo, Leonel hijos son una verdadera bendición en mi vida, estoy sumamente agradecida con Dios por el privilegio de ser su madre, los amo que mi Dios me los bendiga y les pido que siempre recuerden algo “no le hagan a otros lo que no quieran que les hagan a ustedes” con amor mamá.
Colaboración de I.S.
Estado Unidos.
Para educar y entender las interrogantes de nuestros hijos, es bueno hacer memoria de nuestra infancia y recordar..... desde pequeño, el asombro y las interrogantes que nos producían cada visión y descubrimientos de acciones, reacciones, actitudes y todo lo que se presentaba a cada momento y cada día........
Como deseábamos que cada duda que teníamos fuera contestada de una forma clara y sin tecnicismos.
los padres a veces solemos decir no hagas, o no digas estas cosas, pero no nos damos el tiempo de explicar y enseñar porque es malo y porque no hacerlo, a lo que los hijos inician una vida pensando que casi todo es malo y negativo, porque lo único que siempre reciben como respuesta es un no a todo y generalmente coartamos su amplitud de personalidad y que se preparen para enfrentar la vida en toda su amplitud......
Cuando es tan fácil como saber y dar una respuesta amable y correcta, con esta actitud alejamos la violencia interior de ellos ya que cada ¡No! en forma hostil es una pequeña dosis de violencia que se va anidando en el interior de cada niño .
Para ser buenos padres hay que darse el tiempo de: escuchar, compartir, dialogar y enseñar.
Ser niño implica.
-Descubrir el mundo.
-Soñar con ser grande.
-Ser un filósofo; cuestionando ¿por qué el cielo es azul?, ¿por qué el sol sale de día y se oculta por la noche para darle paso a la luna?, ¿por qué los adultos trabajan y no juegan?, ¿por qué discuten en lugar de amarse?, ¿por qué existe el amor pero también el odio?...
-No albergar resentimientos en el corazón.
-No crear guerras, ni pensar en el beneficio propio y mucho menos distinguir clases sociales.
-Sinónimo de inocencia, bondad, ternura y verdad.
-Jugar con cualquier cosa y en cualquier lugar.
-Darle sentido hasta a un trozo de roca.
-Asombrarse con la lluvia, un arcoiris, un crepúsculo, un viejo árbol, un eclipse, una oruga convirtiéndose en mariposa, el sonido de un tren, el olor de la vainilla, un beso, un nuevo día...
-Aprender, crear, imaginar y soñar.
-Querer ser un súper héroe, el luchador más fuerte, el mejor futbolista, el predicador de la paz, un gran escritor... quien cambie el mundo.
-Darle el valor a las cosas que de verdad lo tienen.
-Ver más allá del exterior
-Creer que todo es posible.
-Pensar en el presente, dejando atrás el futuro; el cual es incierto.
-En pocas palabras, ser niño implica: ser sublime.
En este momento, quizás tu lector, tienes cuerpo de hombre, pero corazón de niño. Si es así consérvalo, porque de ello depende la magia del mundo.
Tu actitudes y acciones son; el reflejo de lo que tus hijos ven para seguir.
Salmos 15:1-3
"Dime, Dios mío,
"Dime, Dios mío,
¿quién puede vivir en tu santuario?,
¿quién puede vivir en tu monte santo?
Sólo quien hace lo bueno
y practica la justicia;
sólo quien piensa en la verdad
y habla con la verdad;
sólo quien no habla mal de nadie
ni busca el mal de nadie,
ni ofende a nadie".
"Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,
Y no desprecies la dirección de tu madre;
Porque adorno de gracia serán a tu cabeza,
Y collares a tu cuello
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