El hombre se bajó, lo revisó y trató de averiguar que tenía. Pensaba que pronto encontraría el defecto, pues hacía muchos años lo conducía. Sin embargo, después de un rato, se dio cuenta de que no encontraría la falla del auto. En ese momento, apareció otro vehículo, del cual bajó un señor a ofrecerle ayuda. El dueño del primero dijo:
Mira este es mi auto de toda la vida, lo conozco como la palma de mi mano. No creo que tú, sin ser el dueño, puedas hacer algo. El hombre insistió con una sonrisa, hasta que finalmente el primero dijo:
Está bien, has el intento, pero no creo que puedas. El segundo hombre puso manos a la obra, y en pocos minutos encontró el daño que tenía y pudo arrancar el carro. El primer hombre se quedó atónito y sólo le preguntó:
¿Cómo pudiste arreglar la falla si es mi auto? El segundo le contestó:- varas mi nombre es Félix W. yo inventé el motor rotativo que usa tu auto. ¿Cuántas veces decimos?: esta es mi vida, este es mi destino, esta es mi casa... Déjenme a mí yo puedo resolver el problema. Al enfrentarnos a los problemas y los días difíciles, creemos que nadie puede ayudar, pues esta es mi vida, pero te voy a hacer estas preguntas: ¿quién hizo la vida?, ¿quién inventó el tiempo?, ¿quién creo la familia? Sólo aquel que es autor de la vida, puede ayudarte, cuando más quedas tirado en la carretera de la vida y el amor, puede ayudarte.
Marcos 10:43-44
"el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser *esclavo de todos".
"el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser *esclavo de todos".
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